Latinoamérica en peligro

Autor: Padre Ernesto Fernández-Travieso, S.J.

Libro: Para no ser un rinoceronte más  

 

 

A nuestro continente latinoamericano nos ha llegado la contaminación del materialismo. Este peligro inmediato ataca directa­mente nuestra tradición y cultura basadas en el cristianismo del amor y la justicia. La mayoría de la gente se deja llevar por esa campaña del consumismo explotada por los medios de comunicación. Tal parece ser que tanto los ricos como los pobres se dejan llevar por esta fantasía que podemos comprar y nos promete una felicidad ficticia que ignora lo más íntimo de nuestra dignidad humana ... Los más afectados por esta campaña consumista son por supuesto los pobres, que se han converti­do en la clase «desesperada».

Cada día hay más latinoamericanos que abandonan el continente buscando mejorar económicamente sus vidas. Dejan atrás no sólo familia y seres queridos sino hasta sus propios principios y valores. Lo peor es que la mayor parte de los emigrantes nunca consiguen una mejoría de sus vidas. Si pueden experimentar un mejor desarrollo económico, ha sido a costa de la pérdida de su respeto y dignidad.

Existe también una emigración de gente de clase media educada y preparada, profesionales que pudieran contribuir activamente al desarrollo de sus propios países. Pero que, al no encontrar un trabajo decente, optan por buscar en otras latitudes.

El emigrante, regularmente, es discriminado en esos países no sólo por su raza sino también por su lengua y su cultura. Terminan como esclavos bien pagados, o mejor dicho, mejor pagados que en sus propios países. Pero, ¡a qué precio!

Muchos se olvidan de Dios, y caen en vicios o peor, en una vertiginosa carrera por ganar más dinero de cualquier modo. Si regresan a sus países, aunque sea de visita, regresan cínicos y arrogantes y hasta abusadores de su propia gente. Todo para disfrazar su frustración.

Es muy triste ver en los aeropuertos de Europa a grupos de mujeres latinoamericanas que son llevadas como prostitutas, muchas veces explotadas con contratos humillantes. Por otra parte, agencias de viajes en Europa organizan viajes a determinados países de Latinoamérica donde la principal atracción es el turismo sexual. Existen catálogos donde el turista puede escoger de antemano a su jovencita o jovencito. Usualmente esta prostitución organizada está amparada por los gobier­nos que reciben sus frutos económicos. 

El trabajo, hoy en día, en parroquias católicas de emigrantes es inestimable, no sólo en los Estados Unidos sino también en muchos países de Europa. Son las nuevas misiones. Por lo menos ahí encuentra el emigrante una esperanza y puede mantener o recuperar su dignidad en sus principios y valores.

Sin embargo esta emigración continuará mientras existan esas diferencias de moneda tan abismales entre los países del primer mundo y los países en desarrollo... ¿Podremos hacer algo en nuestros países latinoamericanos por aguantar esa avalancha hacia los países ricos? ... ¿Podríamos hacer un poco más entre todos para mejorar la economía con la educación y preparación de nuestras clases sociales desesperadas? ... ¿Podremos evangelizar hoy al nuevo esclavo, discri­minado y abusado? ... ¿Cómo podemos cada uno de nosotros respon­der al llamado del Dios del Amor en el mundo de hoy?