Contestaciones de Dios

Autor: Eduardo Orellana

 

 

El día de hoy, cansado de pedirle insistentemente a Dios sin recibir ninguna respuesta, elevé mis reclamaciones al Cielo y de inmediato recibí contestación…
 
“Hijo(a): Tú me pides placer; yo te ofrezco la alegría,
Tú me pides un capricho; yo me encargo de tu necesidad,
Tú me pides poder; yo te hago fuerte con la humildad,
Tú me pides no morir; yo te ofrezco  la inmortalidad,
Tú me pides quitarte un problema; yo te proporciono su solución,
Tú me pides inteligencia; yo te ofrezco sabiduría,
Tú me pides recibir a manos llenas; yo te enseño a dar, aún con las manos vacías,
Tú me pides diversión; yo te entrego felicidad,
Tú me pides no sufrir; yo te doy  auténtica fortaleza,
Tú me pides ser perfecto; yo te enseño aceptación,
Tú me pides ser amado; yo te instruyo como amar,
Tú me pides seguridad en todo; yo te propongo no preocuparte por nada,
Tú me pides dinero; yo te regalo otras riquezas: vida y salud,
Tú me pides siempres cosas, pero te mantienes alejado; yo te doy compañía discreta y la posibilidad de sentirte por mi amado… si, así es como respondo yo a tu llamado”.