Quítame, Señor

Autor: Eduardo Orellana

 

 

Quítame de encima el excesivo peso de la duda
(pero Dios me respondió: "te basta tu fe y confianza en mí").
 
Quítame esa pobreza muda que se ha ensañado con mi ser
(Dios: "vida, salud, inteligencia y trabajo, para eso te los di ").
 
Quítame de ver esas cosas que sólo existen en mi imaginación
(Dios: "pon los pies en la tierra, pero mira hacia el cielo", me respondió).
 
Quítame esa evasión de la realidad que busco lograr con mis
sueños
(Dios: "soñar no es malo, si lo mezclas también con acciones",
Él sonrió).
 
Quítame los empeños por hacer desaparecer mis tristes soledades
(Dios: "tienes, para ello, varias amistades y mucho cariño a tu alrededor").
 
Quítame esas estaciones idas de sol, familia y risas de mi memoria
(Dios: "recordar lo bueno del pasado siempre fortalece al vencedor").
 
Quítame, entonces, la escoria de recordar que debo empezar de
cero
(Dios: "cada instante de la vida es un comenzar y renacer de nuevo").
 
¡Ya basta Señor, quítame el madero o, por lo menos, enséñamelo
a cargar...quítame algo o mucho de eso para que pueda continuar!
(Dios: "No te angusties tanto, siempre he estado yo a tu lado y nunca
te he dejado solo en el cargar...¿o es que en verdad no sientes
mi paciente y especial manera de amar?").