El ateismo radical vuelve a España
Autor: Diego Quiñones Estévez
Parecía que el siglo XXI iba o dejar en los basureros de la Historia del siglo XX, el ateísmo radical antirreligioso, anticristiano y sobre todo anticatólico, en nuestra España que algunos llaman la España de progreso, confundiendo el progreso con la imposición ideológica. Es el ateísmo radical que vuelve de las manos de las herrumbrosas izquierdas radicales ultranacionalistas, ya sea la de ERC de Cataluña o la del BNGA en Galicia, que han entrado a tomar beneficio y parte en las marañas del poder laicista. Y, por supuesto, el ateismo radical regresa de la mano oculta y anticatólica de la masonería reactivada y reaccionaria que mueve los hilos del poder político, cultural, mediático y económico de España.
Todavía no se han dado cuenta de que perdieron el rumbo de la Historia con las bestialidades del comunismo y del fascismo del siglo XX, ateos e imperialistas, y ahora quieren repetir las mismas tropelías en la España constitucional a la que tanto odian y especialmente a su tradición cultural y religiosa que representa el catolicismo cristiano. El BNGA como ERC y la masonería oculta, no tienen propuestas de progreso en materia social, cultural, política y ya no digamos en materia económica porque los experimentos del economicismo marxista trajeron la miseria material y moral en los países que vivieron bajo las dictaduras comunistas. Sus propuestas sólo se limitan a atacar la presencia de la Religión en la sociedad y en concreto en la enseñanza. Así la propuesta de BNGA como de ERC y de otra partitocracia en declive, IU, es hacer desaparecer el derecho constitucional y el derecho humano universal de la libertad de enseñanza y de educación moral y religiosa que tienen las familias y no el Estado, y mucho menos las partitocracias minúsculas de extrema izquierda que han visto su oportunidad de repetir los mismos atropellos históricos del siglo XX con un gobierno de su misma cuerda ideológica, ultralaicista, que ha perdido el sentido de lo que es gobernar a España desde la pluralidad ideológica y religiosa de la Constitución Española. Gobierna por el poder, desde el poder y para el poder, sin importarles que el ateísmo radical vuelva a España, provocando un ataque directo, desde la manipulación de las instituciones democráticas y los medios de comunicación, a la Iglesia Católica, a la libertad de educación y a la libertad religiosa de un Estado aconfesional, que no es ateo, ni laico y ni mucho menos laicista en sus derechos y obligaciones constitucionales.
Si los demócratas de la España constitucional, no lo impiden, el ateísmo radical del ultranacionalismo, de la masonería reaccionaria y de las ideologías de izquierdas así como sus promotores, los medios de comunicación y los intelectuales de la contracultura nihilista, nos van a conducir de nuevo en los infiernos de la ausencia de Dios y de la libertad. Como señala en Santo Padre, en El pensamiento de Benedicto XVI (2005) cuando una sociedad destruye a Dios en la vida pública y personal, camina a la autodestrucción ya que muerto Dios, aniquiladas las referencias a la libertad y las responsabilidades morales, todo está permitido en la política, en la economía, en la cultura, en la vida privada y en la vida social.