Caída al abismo de la Política Exterior socialista en la XVII Cumbre Iberoamericana.

Autor: Diego Quiñones Estévez

 

 

La Política Exterior del actual gobierno socialista, ha sido un desastre diplomático y político, social y económico que en la reunión de los máximos responsables políticos de los de Estados Iberoamericanos, celebrada en Santiago de Chile, se ha vuelto en contra ya no sólo del Gobierno socialista, sino contra quienes menos culpa tienen de una desastrosa Política Exterior: se ha vuelto contra España y los españoles, que forman parte de los pueblos de Hispanoamérica, por una Historia compartida desde el Descubrimiento de América en 1492.

 

La primera responsabilidad de todo gobierno democrático, es mantener una Política Exterior de equilibrio con todas las naciones, y más aún si las naciones forman parte de nuestra Historia como son las de Iberoamérica, con las cuales siempre hemos mantenido no sólo relaciones comerciales sino también mutuos y enriquecedores proyectos culturales, políticos, sociales y espirituales porque entre otras cosas compartimos una misma lengua, el español, y una misma identidad espiritual que nos une: el Cristianismo.

 

El actual gobierno socialista, radical y laicista, amigo de alianzas con las civilizaciones del odio y del terror, del golpismo y del caudillismo bananero, ya podría haberse fijado en lo poco que se pudo salvar de la política corrupta y del terrorismo de estado de los Grupos Antiterroristas de Liberación o GAL, que fue la coherente Política Exterior de las legislaturas socialistas de 1982 a 1995. Si así lo hubiera hecho, la Política Exterior socialista no habría caído en el abismo y el ridículo que le han tendido sus aliados totalitarios en la XVII Cumbre Iberoamericana. Pero el Sr. Presidente del actual Gobierno socialista en el poder, ha demostrado que no es ni será un estadista, ha demostrado una vez más de tantas, ser sólo un político de partido de corto vuelo y escasos recursos políticos para gobernar a una Nación de la categoría de España.

 

La Política Exterior con Hispanoamérica, ha terminado en un desastre político y diplomático donde se han puesto en evidencia una Política Exterior socialista de alianzas con los enemigos de las democracias libres y cumplidoras de los Derechos Humanos.

 

La Política Exterior de Iberoamérica, es una extrapolación de la Política Interior de pactos y alianzas con las ideologías radicales y desintegradoras de la unidad de España como un Estado de Derecho en libertad, de las libertades que nos concede la Constitución Española (1978). En la mayoría de las naciones de Hispanoamérica, estas libertades que se concretan en la libertad de opinión, en la libertad del mercado libre sin intervencionismos estatalistas y en la libertad basada en el pluralismo ideológico y de creencia, no se cumple, al contrario se violan sistemáticamente.

 

Aliarse con regimenes dictatoriales donde los pueblos son estrangulados por una izquierda y un socialismo que duran ya desde el siglo XX, y que siguen con sus oxidados postulados populistas e indigenistas del antiamericanismo y del antiespañolismo, en los cuales se descubren sus incapacidades para gobernar en democracia y libertad.

 

Cuando el actual gobierno socialista, se dispuso a aplicar el mismo esquema de la Política Interior de ir en contra de la política realizada por los liberales conservadores en las dos legislaturas que van de 1996 a 2004, y que sacó a España de un socavón económico en el que estaba hundida por las políticas nefastas y corruptas del socialismo felipista, y elevó su prestigio en la política internacional, el resultado que iba a salir era este: fracaso e insultos contra la democracia española, insultos al estilo que usan los aliados ultranacionalistas del socialismo en España: ¡Fascistas! ¡Golpistas!

 

Estos insultos y ofensas a la democracia española, y a la democracia que no arraiga en Iberoamérica, es el resultado de una Política Exterior socialista de desprecio a la democracia, a los Derechos Humanos y a la libertad en Hispanoamérica. Naciones dominadas por las socialistas y corruptas dictaduras populistas como Venezuela, Nicaragua, Bolivia o Cuba, han lanzado ataques y robos a los intereses nacionales y al patrimonio de las empresas españolas, que si invierten es para obtener beneficios para ellas y para los pueblos a los que ayudan a salir de las condiciones infrahumanas de pobreza, miseria, incultura y explotación estatalista y caciquil de sus dictadores y caudillos sin escrúpulos, sin principios morales ni democráticos.

 

La Política Exterior socialista en Iberoamérica, como en otras áreas geográficas geoestratégicas como África y Asia, ha caído en al abismo de su propias incompetencias e incoherencias diplomáticas y políticas.

 

A España, y a todos los españoles, de la caída en el abismo nos ha salvado la aguerrida y noble actitud de nuestro Jefe del Estado, el Rey de España,  Su Majestad Don Juan Carlos I de Borbón, que reprendió los insultos y las demagogias que lanzaron contra la democracia española, y se ausentó del plenario de la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana. El Sr. Presidente del Gobierno socialista, Don José Luis Rodríguez Zapatero, ha preferido seguir cayéndose en el precipicio de una Política Exterior sin sentido, al no responder con la misma actitud contundente y responsable que el Rey de España.