Anfibios con preservativos, carteles, pancartas y panfletos,
insultan a la libertad religiosa

Autor: Diego Quiñones Estévez

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Por la que algunos ilusos proclaman como la España multimillonaria del paraíso nacionalsocialista, otro acto de intolerancia religiosa ha aumentado la cuenta corriente contra el derecho a la libertad religiosa, y más en concreto contra la Iglesia Católica que representa el Cardenal Arzobispo de Madrid,  D. Antonio María Rouco Varela, cuando fue insultado el viernes 20-4-2007, al ser investido por la Universidad de Burgos (UBU), como Doctor Honoris Causa, debido a sus méritos académicos en Derecho Canónico Contemporáneo.

Otra vez los insultos llegan de los mismos de siempre, ahora camuflados con un rótulo que delata lo que manifiestan: grupos de vividores subacuáticos y rastrero-terrestres de los privilegios de la progresía laicista, enganchados a la neomarxista ideología de género, antieclesial, promiscuo-hedonista y descerebrada. Son las agrupaciones de una mancomunidad síndico-multiculturalista rotulada como “Movimiento anfibio-educadores en acción” , es decir,  los anfibios contra- culturales y contra-educativos, con pancartas, carteles, panfletos intolerantes y preservativos anfibológicos que vician la educación, la cultura y la sexualidad bien entendidas: la educación integral que permite el derecho a la libertad de educación de las familias. 

Semejantes anfibios con preservativos, carteles, pancartas y panfletos, no representan ni a la UBU, ni a la universidad española, más bien forman parte de otra escenificación más del teatro del absurdo nacionalsocialista por donde pululan los actores insolentes y demagógicos que forman parte del teatro absurdo, surrealista y dadaísta zapateril, que quiere convertir la UBU, y de paso a toda la universidad española, en todo Ubú, un personaje tirano, cobarde y despótico de la obra Ubú rey(1896), del padre del teatro del absurdo, el poeta y dramaturgo francés, Alfred Henry Jarry(1873-1907).

De Ubú rey surge la Patafísica, o sea de la ciencia chirriante de la salida de pata de banco, una especie de mezcla de surrealismo y dadaísmo muy propia de la política zapateril-chocarrera, que se sirve de cuanto se ajusta al mando autoritario de las leyes del bestiario progresista-sociata: la ley que protege por la calle y en las instituciones a la bestia irracional del terrorismo; la ley de aborto libre como el macabro negocio de las clínicas matadero-abortivas; las leyes ecológico-degradantes en favor de los simios y otras especies y contra los embriones humanos; leyes en favor de movimientos ecológico-políticos y de movimientos contraculturales como los sindicatos anfibio-educativos, los feministas y homosexuales radicales, o la alianza de in-civilizaciones contra la civilización; leyes y normas en favor de las orientaciones sexuales de todo pelaje pero contra la familia y el matrimonio hombre y mujer; la ley consentida de la blasfemia laicista institucionalizada; eugenésicas y canibalescas leyes de investigación biomédica como la clonación de seres humanos; la revisionista y totalitaria ley de la memoria histórica, que borra el bestialismo criminal de la izquierda en la Guerra Civil(1936); o la ley salvaje del insulto a la autoridad y a la sabiduría que representan hombres de Ciencia, hombres del diálogo entre la fe y la razón, como el  Cardenal D. Antonio María Rouco Varela y el descubridor de los yacimientos de Atapuerca, el Catedrático de Paleontología D. Emiliano Aguirre Enríquez. Ambas personalidades han sido nombradas doctores Honoris Causa por la Universidad de Burgos (UBU). 

Estos batracios del socialismo permisivo y controlador, son los anfibios contraculturales de la LOGSE y de la LOE que infestan escuelas, institutos y universidades, y que ya tienen un submarino subversivo y antieducativo donde sumergirse, que es la obligatoria Educación para la ciudadanía, desde el cual han empezado a relanzar los torpedos del preservativo y las orientaciones hipersexuales junto a los torpedos laicistas anarco-analfabetos funcionales que potencian los programas-panfleto-multiculturales de la educación única, laicista y para siempre en manos del poder.

Este movimiento de batracios por el confuso multiculturalismo sin identidad de la zapatrusta alianza de incivilizados, sin escrúpulos, ha insultado y coaccionado el ejercicio democrático a la libertad religiosa, que, como bien dijo, en su Discurso de Investidura, el Cardenal D. Antonio María Rouco Varela, forma parte esencial del patrimonio ético y jurídico de la humanidad porque es un derecho y un deber que contribuye al bien común y al desarrollo integral de la persona humana y que constituye un principio ético, así como un derecho fundamental de todas las constituciones democráticas. 

Que la adormecida sociedad española del bienestar material, se empiece a quitar de encima la modorra del soporífero sueño del laicismo radical-socialista, y compruebe una evidencia peligrosa para todos: los anfibios contraculturales con panfletos subversivos y preservativos, son los que modelan el futuro educativo de tantos niños, adolescentes y jóvenes de escuelas, institutos y universidades de la enseñanza pública, con los que experimentan sus programas antipedagógicos como si fueran ranas, renacuajos y sapos, salamandras, tritones y cecilias, bichos que forman parte de una especie que nada tiene que ver con la especie humana, la de los llamados anfibios, ovíparos del disformismo sexual, esos bichos babosos, resbaladizos y multiformes.

Insultar a una autoridad eclesial (el Cardenal D. Antonio María Rouco Varela, que además es un reconocido experto en Derecho Canónico, haciendo uso de la zafiedad del preservativo sexo-anfibológico, los carteles, las pancartas y los panfletos sin educación, sin pensamiento crítico y constructivo) es una prueba más del menosprecio por las libertades que nuestra democracia constitucional defiende siguiendo los Derechos Humanos (1948): la libertad de Religión, de expresión y de comunicación, la libertad de educación, de conciencia y de pensamiento.