Por España, en manos del terrorismo: todo es por primera vez

Autor: Diego Quiñones Estévez

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En los discursos enfáticos y engolados de presunción y prepotencia de los politicastros, en los textos escritos o leídos por los tuercepalabras o teleparlanchines de los medios de comunicación, las frases grandilocuentes, huecas de ideas, de estética y principios morales y políticos, acaban o empiezan con el latiguillo pelmazo de “la primera vez.”

Todo ocurre por primera vez en nuestra España, cuando la progresía del relativismo y la amoralidad laicista, lanzan sus discursos repetitivos y vacuos, que recalcan siempre un mismo argumento: la democracia, la Constitución Española, los derechos humanos, la libertad, la justicia, la solidaridad, la paz, la economía, la educación, la cultura, la sanidad, la ciencia, la política exterior, el mundo, la religión, la vida y hasta la muerte indigna de la eutanasia provocada, del aborto y de la clonación de embriones humanos, todo esto y muchas más cosas que aquí no caben, han ocurrido, por primera vez en la Historia de España y  Universal porque así lo dice y hace el socialismo y sus aliados radicales en declive manifiesto por los precipicios de la Historia.

Lo que nunca hasta ahora había ocurrido, y esto sí que ha sido por primera vez, y para nuestra vergüenza y demencia política en la que sobrevivimos, es que el terrorismo ha ganado una batalla con la excarcelación de uno de los baluartes más criminales del terrorismo nacionalista de izquierda. Por primera vez un gobierno y su partido, se rinden ante el chantaje de ETA, y lo han hecho falsificando la legalidad de la Justicia y del derecho a la vida, confundiendo humanidad con humillación, confundiendo la inteligencia con la inteligencia de los servicios secretos de los sistemas totalitarios y de terror.

Por primera vez, nuestra democracia camina hacia la destrucción de la mano de la negociación del terrorismo, si no lo evitamos los españoles que tienen la responsabilidad histórica de impedirlo.

Por primera vez, y última, se ha de terminar la claudicación ante el terrorismo. Es nuestra última oportunidad de la que dependerá la libertad de las generaciones actuales y futuras de España.