Solo Dios
Autor: Diacono Ray Ortega

 



Nada dura para siempre, todo tiene su fin. No hay nada absoluto, porque todo tiene un limite.


Los días amargos de dolor y tristeza parecieran que nunca van a terminar; las noches de desvelo, los días difíciles, las dolorosas enfermedades, los problemas que nos agobian, todo esto parece no tener fin, y que nunca pasaran.


Sin embargo, todo pasa, todo se acaba y desaparece, por eso decimos: "No hay mal que dure cien años"; todo tiene su fin, y una vez llegado el mismo ya no se puede hablar mucho; pues estamos en la nada.


En cambio el Absoluto es Dios, es el que no tiene ni principio ni fin, el Alfa y el Omega; es el que no tiene limites, ni tiempo, ni espacio, ni lugar, es el que lo abarca todo, el que nunca pasa, el que por su propia naturaleza no es mucho, sino que es el Todo.