Buscando la paz, tras la partida del hijo... a la casa del Padre
Autor: Diacono Ray Ortega
Nos dice el Evangelio de San Juan , en el Cap. 3 , Vers. 16 : " Pues tanto amó Dios al mundo que dio su Hijo único , para que todo aquel que cree en El no muera , sino que tenga vida eterna.
" Uno de los regalos mas grandes de Dios para nosotros fue el entregarnos su Unico Hijo para nuestra redención y salvación .
Dios nuestro creador , dador de vida , preservador de la vida y amante de la vida Dios que nos crea , para que disfrutemos la vida , porque Dios es vida . Por ende la muerte no es un castigo de Dios hacia nosotros , porque si así fuese , sería una contradicción a lo que es Dios y Su amor.
Desafortunadamente tendemos a pensar que las tragedias que acontecen en nuestras vidas son castigos de Dios , y vemos la muerte como tal sin darnos cuenta que cada vida es mas preciosa para Dios que para nadie Que no importa lo inmenso del amor de una madre o padre para su hijo , el amor de Dios lo sobre pasa.
Como padres , y por el gran amor que sentimos hacia nuestros hijos , nos es muy difícil muchas veces el aceptar su partida a la casa del Padre celestial , es que no nos damos cuenta que ellos son un regalo de Dios y que un día tendremos que entregárselos de nuevo a El , lo único que no sabemos es cuando , como y donde. Ante esta situación es natural sentir resentimiento hacia Dios , resentimiento que nos lleva hasta a cuestionarle del porque suceden estas cosas.
Jesús también le dijo al Padre que de ser posible no le dejara pasar por ese momento de dolor . El Evangelio de San Lucas , Cap. 14 , Vers. 35 y 36 dice así :" Enseguida se fue Jesús un poco mas adelante , se inclinó hasta tocar el suelo con la frente , y pidió a Dios que , a ser posible , no le llegara ese momento de dolor . En su oración decía : Padre mío, para ti todo es posible , líbrame de este trago amargo " .
Ahora bien , el sentirnos así es una condición de nuestro ser humano , y no quiere decir que por eso amamos menos a Dios , sino mas bien que el momento que estamos viviendo es de tanto dolor y sufrimiento que nuestro lamento y llanto es como un desahogo o protesta ante Aquel que es Nuestro Padre Celestial , y quien solo puede ayudarnos en esos momentos.
Hermanos , ninguno de nosotros nunca va estar preparado para pasar por momentos de dolor y sufrimiento . Es solo apoyándonos en Cristo que podremos sobrevivir los mismos . Recordemos que Cristo no vino para abolir la muerte , pero si a través de su muerte y resurrección venció la misma . Es solo a través de nuestra confianza en Su palabra que vamos a hallar el sentido a la muerte , y nos daremos cuenta que nuestros hijos que han partido a la casa del Padre , no los hemos perdido , es que simplemente ellos han llegado primero que nosotros a disfrutar del gozo eterno en la presencia de Dios.