Educar para la vida

Auto: Clemente Ferrer Roselló

 

 

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción ha rubricado, con una entidad financiera, un acuerdo de cooperación para la difusión de diversas acciones orientadas a vislumbrar la verdad de los últimos derroches de narcóticos entre los chavales españoles y a la prevención dentro de la esfera familiar.

Para este fin se han consignado 326.000,- euros que promoverán distintas labores de indagación: La percepción juvenil de conflictos en el consumo de drogas, un estudio acerca de las vivencias y los peligros relacionados con el entretenimiento de los adolescentes que analizará el riesgo de los comportamientos atañidos con el ocio: dilapidación de bebidas etílicas y estupefacientes, conductas carnales peligrosas, conducción de vehículos y brutalidad callejera y por último un análisis acerca de los valores sociales de la población española y su correspondencia con el dispendio de heroínas.

Además de los sondeos, está prevista la reproducción de 150.000 copias del DVD "Familias: educar para la vida", un soporte audiovisual explicativo encaminado a los progenitores y que trata, de forma espontánea y eficiente, todas las cuestiones que inquietan a las familias. Servirá para esquivar los comportamientos de conflicto social, de modo especial los enigmas referidos al derroche de drogas. Este DVD acomete las intranquilidad educativa de los papás y proporciona fórmulas para hacer frente a la labor educativa, con éxito.

Para la crisis del dispendio de alcaloides se han establecido apoyos a programas de atención a mortales en una posición de desigualdad o peligro de rechazo social y a sus hogares y, asimismo, se alentarán eventos de prevención encaminados a chiquillos y adolescentes que configuran un grupo de especial peligro.

La droga es un veneno que cuanto más se consume, con más imperiosidad se necesita y que se está dispuesto a lo que sea para conseguir la dosis. Es el vendedor que ofrece algo, al incauto comprador, que le "llevará al paraíso", pero se calla que el precio que deberá pagar no son los cientos de euros que entrega, sino la propia autodestrucción, el deterioro físico y psíquico que transformará "el paraíso" de unos breves instantes, en un prolongado e insoportable infierno.

La lucha contra el estigma de los narcóticos, es cosa de todos.