32.000 bebés nacidos

Autor: Clemente Ferrer Roselló

 

 

La Federación Española de Asociaciones Provida es un arranque para el amparo de la joven preñada, para evitar un malparto. Es una institución no gubernamental que impulsa el amor a toda existencia humana, desde la concepción hasta su defunción natural.

32.000 chiquillos alumbrados. Este es el número de vidas que, desde 1981, han rescatado los diversos lugares de hospitalidad de esta asociación. Son escasos en contraste con los más de 100.000 feticidios que se ejecutan cada año en España. El Estado ha retraído las apoyos que se percibían del Ministerio del Interior, razonando que los organismos estatales protegen a la dama fecundada y que no desea abortar. Nada más lejano de la verdad. El Estado zanja las zozobras de estas jóvenes incitándolas al feticidio. Las pocas preñadas que han solicitado ayuda, las han desviado a Provida.

En esta institución trabajan cirujanos que efectúan intervenciones intrauterinas. Un chiquillo lisiado tiene, en este momento, ingentes probabilidades de mejoría. Hay que recurrir al corazón de los progenitores para venzan el golpe primario, sin proponerse el malparto. Se debe procurar que no ejecuten el error de malparir en medio de la desazón. Posiblemente, ése sea el vástago que menos les haga padecer. Lo que está claro es que tiene derecho a existir.

Una dama acongojada, intranquila, desalentada, no está psicológicamente quebrada, tiene muchas cuestiones que enderezar y es monstruoso abandonarla y azuzarla para que asesine a su retoño. No está doliente, pero tras el malparto sí puede estarlo, porque los síntomas post-aborto la afligirán.

Las jóvenes con graves dificultades monetarias, expatriadas o drogodependientes se les debe presentar la verdad, la cultura de la vida con todo su esplendor. La defensa de la existencia es apasionante. Ante una muchacha preñada es esencial oírla, para que manifieste todo lo que le inquieta, su inestabilidad, su melancolía o su pánico. Y luego se le apoya para solicitar un cobijo, proporcionarle alguna faena, indumentaria, manducatoria, lo preciso para el bebé, se le promete atención médica o psicológica y se le ayuda a estimar a su primogénito.