La presencia de Dios

Autor: Claudio De Castro

 

 

Es tan dulce la presencia de Dios. Te llena de serenidad y alegría. Sin embargo, en ocasiones preferimos dejarnos llevar. Caemos en la tentación y pecamos. ¿Por qué? Si es tan agradable estar en la cercanía de Dios, sabernos protegidos, amados…

Le pregunté a un amigo catequista y me respondió tocándose el antebrazo: “la carne”.

“Es verdad”, reflexioné. “Tal vez convenga ser menos carne y más espíritu. Pensar en nuestra alma, nutrirla con los sacramentos y la oración. Tener presente la eternidad”.

San Félix solía recomendar: “Amigo, la mirada en el suelo, el corazón en el cielo y en la mano el santo Rosario”.

Nos falta presencia de Dios,

Todo sería tan diferente… si nos decidiéramos a vivir en su presencia.

El trabajo, la familia, nuestra fe.