Una oración salida del alma

Autor: Claudio De Castro

 

 

A menudo pienso en nuestra debilidad. Somos como vasijas de barro que guardamos un gran tesoro. Somos templos del Espíritu Santo cuando estamos en la gracia de Dios. Y aún así, caemos y volvemos a caer. Creo, que es por lo poco que oramos.

Hablamos a menudo con los amigos, con los vecinos, con los parientes, pero charlamos muy poco con Dios. Nos falta la oración. Si fuera médico, a cada paciente que me visitara le recetaría “un ratito de oración”.

En la oración he encontrado la fortaleza para los momentos de dificultad. Y he logrado salir adelante con la gracia de Dios. Por pura gracia. Y por su bondad.

Hace poco me acerqué a un cuadro que tengo de Jesús. Me encanta mirarlo y charlar con él. Parece una tontería, pero es mi mejor amigo. ¿Cómo no hablar con él? Lo miré a los ojos y esta fue la oración que me salió del alma...


QUE PIERDA TODO, MENOS TU AMISTAD



Señor,
sabes que soy de barro y en
algún momento caeré.
Seguramente el pecado me alejará de ti.
Por eso te pido:
“que pierda todo menos tu amistad”.

Eres mi mejor amigo
¿Cómo podría perderte?
Sé que no siempre hago lo que debo.
Aún así, procuro seguirte.
Créeme Señor, lo intento.
Pero ya ves, soy tan débil
Tan frágil. Y temo perderte.

Hoy me he acercado a ti,
Arrepentido, desolado,
para mirarte a los ojos,
y decirte que te quiero.

Pero has sido tú
quien me ha mirado a los
ojos.
Con tanta ternura.
Con tanto amor.
Que me ha salido del alma este grito:
“Señor, que pierda todo, menos tu amistad”.







.