Cuando Jesús te habla

Autor: Claudio De Castro

 

 

Cuando Jesús te habla, no hay confusión. Todo es tan claro y transparente, todo te permite verlo. Te llenas de paz y serenidad. Es algo que siempre me ha sorprendido de él.

 

Sus palabras me encantan. Me llenan de esperanza. Por eso las leo con tanta alegría.

 

Jesús es muy especial.

 

Recuerdo cierta vez que fui a quejarme con él. Tenía algunos problemas que no podía resolver y estaba  preocupado.  Me detuve frente al Sagrario y le dije: “Ayúdame”. Es ese mismo instante sentí que alguien tocaba mi hombro. Me volteo y encuentro a una persona enferma, tullida, que implora: “Ayúdeme”.  Volví a ver a Jesús y le sonreí. Había usado la misma palabra que le dije a Jesús.

 

Era como Jesús respondiera: “¿Ves que hay otros que necesitan de consuelo?”  Era verdad, este hombre necesitaba ayuda, más que yo.  Por supuesto, lo ayudé sintiendo que ayudaba a al mismo Jesús.  Tal como solía decir san Alberto Hurtado: “El pobre es Cristo”.

 

Hace apenas dos días durante la misa de la tarde, le pedí a Jesús: “No me dejes solo”. “Acompáñame siempre”. Y le pregunté: “¿Estarás conmigo?”

 

Cuando terminó la misa, noté que al lado del altar habían colocado un pequeño letrero. Me acerqué a leerlo. Era la respuesta de Jesús... Fue maravilloso. Decía: “yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 18 – 20).