¿Estás en el móvil?

Autor: Padre Carlos G. Valles, S.J.

Web: Carlos G. Vallés

 

   

  

Me contó que en su casa hay tres teléfonos móviles. Tres personas que los necesitan estén donde estén durante el día. Lo que pasa es que con tres personas y tres móviles, a veces una se confunde de móvil y se lleva el que no es el suyo, con lo cual sus llamadas le llegan a otra, cosa que puede crear complicaciones. También les ocurre a veces que alguien tiene que salir de casa y no encuentra por ningún sitio su móvil. Eso sucede en una casa grande con muchas habitaciones y muchos muebles. Pero han encontrado un método eficaz para resolver al momento la situación. Llaman a ese móvil esquivo desde otro móvil, y escuchan a ver de dónde viene el sonido del móvil que recibe la llamada. Basta con localizar la habitación, lanzarse hacia ella, seguir el sonido, identificar el mueble, abrir el cajón, atrapar el instrumento, cancelar la llamada, y salir tranquilamente a la calle con el móvil en la mano. De algo han de servir los tres móviles. Siempre hay uno desde el que se puede llamar.

Oí la frase al andar por la calle. Alguien hablaba por su móvil y le preguntaba a alguien: "¿Estás en el móvil?" Me sacudió la expresión. "Estás." "Estás en el móvil." Es decir, "existes" en el móvil, "vives" en el móvil, "habitas" en el móvil, "te alojas" en el móvil. Así como "estás en tu casa", "estás en la oficina", "estás en la calle" o "estás en el coche": "¿Estás en el móvil?" Es ya una manera de estar, una manera de ser. Si no tienes móvil, no puedes "estar". No existes. Quizá, si tienes dos móviles, tienes dos existencias. Y puede ser que también esto sea verdad.

Comprenderéis que escribo así porque todavía no tengo móvil. Me estoy resistiendo. Pronto claudicaré. Por eso me he apresurado a escribir esto. Luego ya será tarde.