Admoniciones

Navidad: Nacimiento

Autor: Camilo Valverde Mudarra  

 

 

NACIMIENTO DE JESUS:


San Lucas, con estilo delicioso, cuenta: 


"Por aquellos días salió un edicto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo... Subió José desde la ciudad de Nazaret, a la ciudad de David que se llama Belén, para inscribirse con María, su mujer, que estaba en cinta. Mientras estaban allí se cumplió el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada" (Lc 2, 1ss).

El Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo es el acontecimiento más extraordinario y trascendental en la historia de la humanidad. Hay hechos históricos, cuyo recuerdo y celebración se repite de año en año y, tal vez, por su reiteración se conviertan en habituales y nos hacen perder su perspectiva y grandeza.

Es Cristo que nace, personaje histórico, aun sólo desde la consideración humana, el más representativo de la Historia. Y desde la interioridad de la fe: el Dios Encarnado, un Dios que gratuitamente se hace hombre: "Y el Verbo se hico carne"... (Jn 1,14); "que vivió, murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras (1Cor 15, 3).

Nace y vive en seno de la pobreza. No había para ellos posada. El paritorio, un establo, la asistencia, la soledad; la cuna, el pesebre. La pobreza, no la miseria, ni la indigencia. Un trabajador que gana el sustento con su trabajo diario. 

Y nace en la pobreza y por una sola razón: por el AMOR INFINITO al hombre, que hundido en el abismo por el pecado, puede alcanzar la salvación, si, en su libertad, acepta y hace suyo este Niño-Dios pequeñito que nos alumbra hoy y siempre la gracia dadivosa de un Dios que se entrega y se hace carne.


Hermanos, dejemos nacer ese Niño pequeñito en el alma, para transformar este mundo de injusticia.