Admoniciones

Enlogación

Autor: Camilo Valverde Mudarra 

 

 

La Palabra de Dios se hace semejante al lenguaje humano, antes de hacerse carne humana, la Encarnación; el Verbo de Dios se hace palabra (logos) humana, la Enlogación; Jesucrsito se hace hombre y pan de vida en la Eucaristía. El Concilio Vaticano II dice: "La palabra de Dios, expresada en lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del Eterno Padre, asumiendo nuestra débil condición humana, se hizo igual a los hombres" (Const. sobre La Divina Revelación, nº. 13). Bebiendo su palabra en la Sagrada Escritura y tomando su Cuerpo en la Sagrada Comunión, procuremos nuestra transformación en Cristo.

La motivación es de orden intrínseco. El fundamento hay que ponerlo en el mismo ser del cristiano: estar y vivir en, con y por Cristo. Él mismo lo dice:  "El que permanece en mí y yo en él, da mucho fruto; pero sin mí nada podéis hacer"  (Jn 15, 4ss). Y S. Pablo apostilla: "de modo que el que está en Cristo es un criatura nueva" (2 Cor 5, 7). El roce diario con la Biblia es el instrumento para comprender y entroncarse con Dios a través de su Divina Palabra expresada en los Textos Sagrados, y así conocer más y mejor a Jesucristo que viene anunciado en el A.T. y que hace presente el N.T.

Acércate al Jesucristo. No lo dudes, si tienes fe te hará ser mejor cristiano; si, desgraciadamente, no la tienes, te hará ser más hombre, más humano. Te digo emulando a San Pablo, yo lo sé por experiencia, y, como lo aprendí, así te lo trasmito. "Mane nobiscum". Sursum corda.