Los pobres y enfermos

Autor: Elena Baeza Villena 

 

Esta mañana he recibido un boletín, con las últimas novedades de la oficina de información opusdei.org. donde siempre te cuentan experiencias apostólicas y solidarias que hacen personas que pertenecen o no a la Obra. Siempre, todas muy enriquecedoras. Me he detenido en la primera noticia, en la que habla el sacerdote Don Víctor Sánchez Lado, que es párroco en Santiago de Compostela. Dice: “Hace dos años un amigo me sugirió la posibilidad de trabajar pastoralmente con los inmigrantes. Poco a poco me fui entusiasmando con la idea y comencé a hacer planes. Pensé que ya existían instituciones que se ocupaban de sus necesidades materiales. Lo que muchos necesitan es calor humano y acompañamiento espiritual, un estímulo que les ayude y conforte en sus primeros años en el nuevo país, cuando más difícil resulta adaptarse a la mentalidad y las costumbres. Conozco bien la situación de muchos de ellos: al principio se encuentran muy solos, sin amigos y con grandes dificultades para integrarse”. Pienso que lleva razón, porque “no solo de pan vive el hombre”, de que les serviría tener el estómago lleno y el corazón vacío. Otra faceta que a Don Víctor le encanta es la visita a los que están enfermos, dice: son muy agradecidos y me dan un ejemplo constante de paciencia y oración. Les pido que recen por las necesidades de la parroquia y del mundo entero y estoy seguro que el Señor escucha especialmente su oración de expiación. También quiero resaltar este detalle, porque ya dijo Jesús “los pobres y enfermos, son mis predilectos”.