¿Los más perjudicados?, los más pobres

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

Las estadísticas dicen que el año pasado nuestro nivel de ahorro ha estado al mismo nivel que el que teníamos en 1999 y se supone que con eso ya comemos y llegamos a final de mes. No entiendo para qué tanta estadística, que cuesta un ojo de la cara y solo sirven para recordarnos lo que estamos padeciendo. ¿Cómo vamos ahorrar si, digan lo que digan del IPC, los precios suben muchísimo más que nuestros sueldos? Según los sindicatos, los sueldos han subido una media del 3.23 por ciento el año pasado, muchísimo menos que los precios. Mientras quiénes hacen las estadísticas se empeñan en hacernos creer que, por ejemplo, el precio de la vivienda está la baja, porque este año ha subido menos que el anterior, aunque ha subido más del 10 por ciento. La realidad es que en España tenemos la vivienda más cara de todos los países de la OCDE.

Las patatas han subido el 21 por ciento, 7 veces más que los sueldos. El pollo un 16,8 por ciento, 5 veces más que los sueldos. Hasta la humilde lechuga parece caviar porque ha subido un 15,8 por ciento, casi 5 veces más que los sueldos. El aceite un 7,65 por ciento, las peras un 12 por ciento, las acelgas un 10,8 por ciento. Dejo los alimentos más imprescindibles y ahora que empezamos el nuevo año, el recibo de la luz sube el 2,8 por ciento y con la amenaza de revisiones de tarifa cada trimestre. El gas está ya un 2,2 más caro, 2 décimas por encima de la previsión del IPC y también habrá otras revisiones trimestrales. Los billetes de tren un 4 por ciento más, porque según dicen sube el coste de la vida. Ni podremos comer, ni calentarnos, ni lavarnos, y de viajar…si no podemos con los gastos más elementales lo demás ustedes verán. Que no nos hablen más de estadísticas, de este tipo y se dediquen a gestionar si los pensionistas y los que cobran los sueldos más bajos, pueden llegar a final de mes. Esa sería la mejor estadística, claro, si las hacen para tomar medidas para poder sobrevivir.