La responsabilidad de los medios de comunicación

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

El arzobispo Foley, al inaugurar la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, de la que es presidente propuso hacer un examen de conciencia sobre la comunicación. Decía: “Los vendedores usan los medios de comunicación con mucho éxito para vender jabón, automóviles, ropa y vacaciones, en cambio, nosotros, que tenemos la responsabilidad de proclamar el mensaje más importante en la historia de la humanidad, con frecuencia hemos carecido de imaginación y de dedicación para dar a conocer con estos medios a todos los hombres y mujeres, la buena noticia de Jesucristo, de su amor y del destino al que hemos sido llamados”. “A veces nosotros también pecamos, o al menos faltamos, en nuestro uso de los medios, al dedicarnos a condenar más que a elogiar. Nuestro Santo Padre Benedicto XVI nos ha aconsejado no mostrarnos siempre diciendo “no”, sino mostrándonos como reflejo del amor, la misericordia y la compasión de Jesucristo en nuestro modo de usar los medios”. San Lucas 6, 37-38 nos recuerda las palabras de Jesús: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará”.

Cuánta realidad hay en estas reflexiones del arzobispo, porque si todos los comunicadores tuvieran en cuenta las palabras de Jesús, antes de manipular la noticia verdadera: como falsa, lo positivo: como negativo, lo beneficioso: como degradante. Teniendo en cuenta sobre todo, que las jóvenes generaciones no leen, no estudian, no se instruyen, creen aprenderlo todo en la pantalla de la televisión, tendríamos una sociedad, con más valores y virtudes, que sabría distinguir lo verdadero de lo falso.