Cuidado, que no nos engañen

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Ya estamos recibiendo el borrador que Hacienda envía a los contribuyentes que lo han solicitado para que se lo confirmen si están de acuerdo. Pero si nos fijamos podemos observar, que en el borrador ya va puesta la cruz en una casilla para la asignación tributaria que NO ES A LA IGLESIA CATÓLICA. Claro , la gente de buena fe no piensa en la pillería de este gobierno y, si no observa con atención y no lo corrige, el 0,7% no irá a la Iglesia. Que como saben los lectores desde el día 1 de enero del pasado año, la Iglesia paga sus impuestos como todo ciudadano. Por eso quiero aclararles que el dinero que recibe la Iglesia no es del Gobierno ni del Estado, es de los contribuyentes: es nuestro dinero.

Sin embargo, el Estado cobra a la Iglesia impuestos para proporcionar a los ciudadanos servicios, que a veces muchos católicos podemos quejarnos porque también se subvenciona con nuestro dinero el aborto, la televisión pública que constantemente nos ridiculiza, asociaciones, partidos políticos, el mundo del cine próximo al Gobierno y sindicatos reciben cuantiosas cantidades de dinero público, pagados “obligatoriamente” por todos los españoles y que solo beneficia a unos pocos adeptos.

Es hora, por tanto de que los católicos nos responsabilicemos del sostenimiento de la Iglesia y nuestra fe se manifieste también en el aspecto económico. Ya que nadie mejor que nosotros sabemos lo que la Iglesia ahorra al Estado cada año.