“La misma libertad para el embrión”

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Las mujeres no abortan porque estén en grave peligro su vida, puesto que no son tantas las madres que corren riesgos mortales en el embarazo. Las mujeres no abortan porque corra serio peligro la salud mental de la madre porque en los psiquiátricos no entran 100 mil mujeres al año. Lo que ocurre es que cuando los supuestos legales no existen, siempre hay algún desaprensivo dispuesto a firmar certificados falsos para que otros asesinen a un bebé no deseado. Lo que ocurre es que algunas personas recurren al aborto como si fueran a la peluquería a ponerse mechas y siempre hay algún sicario dispuesto a asesinar a un niño con tal de enriquecerse.

El Gobierno lo que tiene que hacer es apoyar a las numerosas iniciativas que se están llevando a cabo por todas las provincias de España para ayudar a las mujeres con embarazos inesperados a traer a sus hijos al mundo, en lugar de decir: “que no va a tolerar, y no va a permitir que ninguna mujer se vea afectada en su intimidad y en sus derechos fundamentales”.

Eso está muy bien y es de razón siempre que en su uso no haya perjuicio de tercero. Pero esa misma libertad es la que podría exigir el embrión si dispusiera de voz.