¿De que paz hablamos?

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Ninguna acción por la paz puede ser eficaz si no se opone con la misma fuerza a los ataques contra la vida, desde el momento en que surge hasta su ocaso natural. Así, pues, no puede haber paz, sin respeto por las vidas inocentes e indefensas de los no nacidos.

Desgraciadamente se han cumplido las previsiones de que el número de abortos pasaría de 100.000 en el año 2006, aunque han intentado retrasar al máximo los datos, demuestran una vez más que no son capaces de ofrecer a las mujeres soluciones reales a los problemas que conlleva un embarazo inesperado. Mientras que el Sr. Chaves ofrece pagar a los médicos andaluces un incentivo para que puedan realizar abortos en la Sanidad Pública.

Los políticos impulsan el aborto en sus programas electorales y, otros se encogen de hombros por cobardía, ¿pero que ha fallado para que personas con cabeza y corazón decidan asesinar a sus hijos porque no los desean, porque les van a complicar la vida o porque han sido fruto de una relación banal y pasajera?

La Madre Teresa de Cálcuta, al recibir el Premio Nóbel de la Paz, nos dejó este mensaje: “Si aceptamos que una madre pueda suprimir al fruto de su seno, ¿Qué nos queda? El aborto es el principio que pone en peligro la paz en el mundo”.