Sintonizar la frecuencia adecuada para escuchar a Dios

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

Lo ha dicho el Papa, en su cuarto viaje internacional: que los pueblos asiáticos y africanos, admiran el desarrollo tecnológico de Occidente, pero tienen miedo ante una concepción de la vida que excluye “totalmente” a Dios.

“Sufrimos una debilidad de oído ante Dios especialmente en nuestro tiempo -reconoció el Papa-. Simplemente ya no logramos escucharle: hay demasiadas frecuencias diversas que acaparan la atención de nuestros oídos”. “Lo que se dice de Él nos parece pre-científico, como si ya no fuera adaptado a nuestro tiempo”. Ahora bien, añadió, de vez en cuando, algún obispo africano dice: "si presento en Alemania proyectos sociales, encuentro inmediatamente las puertas abiertas. Pero si vengo con un proyecto de evangelización, encuentro más bien reservas”. Algunos tienen la idea de que hay que promover los proyectos sociales con la máxima urgencia, mientras que lo que afecta a Dios o incluso a la fe católica es algo más bien particular y de menor importancia”. Sin embargo -subrayó-, “la experiencia de esos obispos es precisamente que la evangelización tiene que tener la precedencia, que el Dios de Jesús tiene que ser conocido, creído y amado, tiene que convertir los corazones para que incluso las cuestiones sociales puedan avanzar, para que se emprenda la reconciliación, para que -por ejemplo- se pueda combatir el sida, afrontando verdaderamente sus causas profundas y curando a los enfermos con el debido amor y atención”. La respuesta “definitiva la encontramos en quien murió en la Cruz: en Jesús, el Hijo de Dios encarnado”, en “el amor hasta el final”. De ahí sacamos fuerzas para darnos, amar y servir a los demás.