La religión no se impone, pero el adoctrinamiento ideológico sí.

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

El pasado mes de julio el Presidente del Gobierno en sus habituales discursos domingueros y, preparando ya la campaña electoral volvió a comenzar sus promesas, ofreciéndonos el oro y el moro, será por ofrecer, porque ya sabemos que ocurre. Yo no digo nada, pero en los casi cuatro años de legislatura –de las que hizo antes, no ha cumplido ninguna-. Pero no, no quiero hablar hoy de esas promesas, quiero referirme a lo más notable de aquel discurso, que fue una nueva patética defensa de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, en la que decía: “Ninguna fe puede imponerse en las leyes”. De nuevo hace unos días vuelve a remeter diciendo: “Que la fe no se legisla”. La fe, Sr. Zapatero, ni se puede imponer, ni se puede legislar. La fe la da Dios y la encuentra el que la busca.

Ahora bien, usted con el respaldo de una mayoría parlamentaria puede sustituir la religión por el adoctrinamiento ideológico. Usted, sí que puede imponer sus propios criterios en materia social y moral. No se da cuenta que está cayendo en una flagrante contradicción, aunque tan acostumbrados estamos con su forma de gobernar, que ya nada nos sorprende.

Por eso, son ya miles de personas las que hemos tomado la decisión de objetar, ya que no vamos a consentir que nuestros hijos sean adoctrinados, por un gobierno tan “progre” como el que usted preside.