Como acercarnos a la Casa del Señor

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

Para combatir el calor se utilizan prendas veraniegas, tejidos frescos, sueltos, modelos que los hay para todos los tipos y edades, que resultan incluso hasta más atractivos que en la temporada invernal. Pero, de eso a ir por la calle, hasta si cabe con un tapa lo imprescindible, deja mucho que desear -en cuánto a seducir si es lo que intentan algunas-. Esta mañana iba para Misa, delante de mi caminan una familia, al parecer daban la impresión que iban haciendo turismo, porque se notaba que eran extranjeros, yo no me fijé en sus vestimentas porque justamente no llamarían la atención, pero al entrar a la Iglesia observo que se me adelantaron y –ellas podrían ser madre e hija-, por las edades, sacaban unos chales, de estos que hoy los tenemos tan alegres y favorecidos y se los echaron por los hombros. Lógicamente sabían que en el templo se encuentra la persona más respetuosa, como es Dios Nuestro Señor.

Sin embargo las hay que se acercan hasta comulgar en pantalones cortos, tirantes y de cualquier manera. Probablemente nadie les ha explicado que igual que mismamente si nos concediera una entrevista una personalidad relevante o incluso vamos a que nos hagan una entrevista de trabajo, nos arreglamos lo mejor posible y correctamente, para dar buena impresión. Para visitar al Señor no es que tengamos que hacer el teatro de causarle buena impresión, porque el Señor nos conoce, pero por respeto a la persona que vamos a visitar así tendremos que ir arreglados. Es Jesús quién nos espera en el Sagrario, por eso seamos respetuosos.