Un mes para tratar a María

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

Mayo, el mes de María, está especialmente marcado por la presencia de la Virgen, a lo largo de los siglos y lo ancho de los pueblos, en casi todos sus días. Cantidad de personas acuden en este mes de las flores a los muchísimos lugares donde se encuentran Santuarios, ermitas, templos, donde se la venera en diversidad de advocaciones. Son muchas las romerías a María para ofrecerle y pedirle su amparo. 

 

Da alegría comprobar que la devoción a la Virgen está siempre viva, porque es una madre que no se hace rogar, que incluso se adelanta a nuestras súplicas. Si buscamos a María, encontraremos a Jesús. Y si caminamos de la mano de la Santísima Virgen, Ella hará que nos sintamos hermanos de todos los hombres: porque todos somos hijos de ese Dios del que Ella es Hija, Esposa y Madre. Si no quieres ser envuelto por la tempestad, mira a la estrella, invoca a María.