¿En qué me estorba Dios?

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

“Gracias a Dios soy feliz…y además soy científico”, así acaba un comentario que he leído en Aragón Liberal y, que me ha ayudado a reflexionar la suerte que tenemos los que creemos en Dios, dice el científico:

“¿En qué me estorba Dios en mi labor científica?”

“Gracias a Él tengo la seguridad de que hay un orden en el Universo que es como ir a mi despacho y encontrar todos los días la mesa ordenada, los tubos de ensayo recogidos, el suelo limpio y el despacho ventilado. No me falta nada, no me roban nada. Cada día llego al mismo sitio a iniciar mis investigaciones.

Gracias a Dios tengo la seguridad de que mi labor, importante, tiene un triple sentido: a Él le agrada que le encuentre en cada pequeño descubrimiento; a los hombres les sirvo con esos descubrimientos, y además mi ciencia me hace más cercano al creador del Universo.

Gracias a Dios no subordino al ser humano, ni a la ciencia y capto que la ciencia es un instrumento al servicio de la Verdad y del Bienestar.

Gracias a Dios no me tientan los atajos que manipulan al hombre porque sé que encontraré la solución justa sin “matar” o “esclavizar” a un ser humano. Y porque sé que la ciencia es un paso para la Sabiduría. Y la vida un paso para la Vida.

Gracias a Dios tengo la ilusión de seguir investigando al término de mi vida, pero sin centros de investigación especiales ni grandes dispendios. Él se me mostrará a Sí Mismo y en Él veré todas las cosas. Por eso ansío ganar la plaza de investigación celestial, que además está abierta a toda inteligencia.

Gracias a Dios soy feliz…y además soy científico”.

Ni a este científico, ni a ninguna persona, nos puede estorbar Dios, sino todo lo contrario, tenemos la inmensa alegría de sentirnos reconfortados, queridos y seguros de que Él está siempre ahí, esperando como un Buen Padre a que acudamos a contarle nuestras cosas, pedirle ayuda cuando la necesitamos, lo que hacemos con nuestros padres en la tierra. Que padre o madre no escucha y ayuda a su hijo. Los cristianos sabemos que, pase lo que pase, siempre somos hijos de Dios. Para que más seguridad saber que eres hijo de Dios, de Dios-Padre. Se puede desear algo más y mejor?