¡No tengáis miedo!

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

Los cristianos no podemos adormecernos, desentendernos, dejarnos arrastrar por la tentación egoísta del “eso no va conmigo o con mi familia”. Los católicos estamos llamados a llevar una vida activa y comprometida. Es hora de dar la cara sin miedo, no podemos ser católicos cuando estamos en el templo y, a la hora de nuestra convivencia con nuestras familias, nuestros compañeros de trabajo, con nuestros vecinos, con los que nos relacionamos, y no hablarles de Dios en el que creemos y queremos. Cuando tú quieres a una persona lo primero que haces es hablar de ella a todos, porque entonces ese respeto humano de hablar de Dios? Si vamos a Misa, si rezamos, porque no lo transmitimos a los demás?

Hoy he leído en el periódico “La Razón” una larga entrevista, y hermosa en contenido que José Antonio Méndez, hace a Pilar Domínguez, Miss Sevilla, una chica normal y corriente, con un bonito rostro y unos valores muy sólidos, de todo el relato que hace, recojo las ultimas frases: “Hace falta que los cristianos venzamos el miedo y demos testimonio” y “Con la mejor de mis intenciones propongo a todos los lectores que se hagan esta pregunta ¿qué quiere Dios de mi?, quizás les ayude a encontrar un nuevo y verdadero sentido para su vida”.

Y es cierto que a veces no nos paramos a pensar que quiere Dios de mí, tal vez nos está pidiendo algo y con el ajetreo de nuestras vidas no nos paramos a escucharle.

La Fe Católica es la que ha hecho que la tradición cristiana española sea grande y no solo se ve reflejada en la tradición artística y cultural sino sobre todo en la humanidad que hemos conocido a través de los tiempos en nuestras familias. Así pues como nos decía Juan Pablo desde su primera aparición como Pontífice y, tantas veces “¡No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo”.