El corazón feliz de Licha

Autor:  Carlos Gutiérrez, L.C. 
Fuente: Buenas Noticias

 

 

Hace poco me llegó un mensaje de la Sra. Licha. Bueno, en realidad se llama María Luisa, pero todos le dicen Licha. Es católica, comprometida con la Iglesia y muy generosa: su hija mayor ha consagrado su vida a Dios. 

Si algo caracteriza a la Sra. Licha es su dinamismo y su capacidad para hacer varias cosas al mismo tiempo, sin descuidar un minuto la educación de sus seis hijos.

Hace algún tiempo, le detectaron una enfermedad degenerativa, llamada Crohn. Este mal va quitando movilidad y fortaleza a la persona. Existe un tratamiento que permite controlarlo, pero las secuelas son muy molestas y dolorosas.

Los médicos le habían impedido conducir, y permanecía todo el tiempo dentro de su casa: de la cama al sillón y del sillón a la cama. A pesar de todo, la Sra. Licha mantuvo siempre un buen ánimo, apoyada en el amor a Dios y a su familia. 

Su comentario de hace un año lo dice todo: «Le cuento que hoy es mi cumpleaños, y estoy un poco triste, porque estoy muy frágil, ya que cada día siento que mis fuerzas están más debilitadas. Necesito mucho de sus oraciones. A veces nos toca vivir un Getsemaní, y no hay que dudar del amor de Dios en ningún momento, pues son nuestras fuerzas humanas las que nos juegan malas pasadas».

No podía entenderlo. Me acordé de algunas personas que suelen reclamarle a Dios por una enfermedad que les han diagnosticado o por algún accidente que acontece en la familia. Incluso hay muchos que se enojan con Dios y llegan a perder su fe en Él. Licha, sin embargo, con seis hijos a su lado, le da gracias a Dios, porque no ha perdido lo más importante en la vida: el amor.

Actualmente, desde su casa, la señora Licha actualiza sitios web para páginas que promueven las vocaciones sacerdotales y religiosas. Ella se siente responsable en primer plano de conseguir vocaciones para la Iglesia: «Estoy ofreciendo todo esto por las vocaciones, para que haya más y para que perseveren las que ya hay». 

Los doctores no se explican cómo, pero Licha ha ido restableciéndose y recuperando la movilidad de antes. Ella habla de un milagro. Yo estoy seguro que se debe a su gran amor, a su estado de ánimo tan positivo, a su gran fe, pero, sobre todo, a que sabe mantener un corazón feliz en todo momento.