Adveniat

Autor:  Marco Antonio Batta, L.C.

Fuente: Buenas Noticias

 

 

Con frecuencia oímos hablar de las injusticias que naciones ricas cometen para con las pobres: se saquean sus recursos -petróleo, minerales, productos agrícolas- o se impide su desarrollo de modo disimulado.

Oímos hablar menos, en cambio, de aquellas organizaciones del primer mundo que buscan sinceramente ayudar a los países menos desarrollados.
Contrariamente a lo que se cree, o a la idea que podríamos formarnos a través de los medios de comunicación convencionales, como la televisión, el cine o los periódicos, existe en muchos habitantes de los países ricos una gran sensibilidad para con los países más necesitados.

Un ejemplo de ello es la organización de la Conferencia Episcopal Alemana llamada Adveniat, cuyo fin es reunir dinero para apoyar a la Iglesia y a los católicos en América Latina.

"Adveniat", como muchos de nuestros lectores sabrán, es una palabra latina que significa "venga" y está tomada de una de las peticiones del padrenuestro: Adveniat regnum tuum (venga tu Reino). Un nombre muy bien elegido, porque eso es precisamente lo que hacen: dar ayuda material para que el Reino de Cristo llegue a esta tierra más fácilmente.

¿Y de dónde obtiene Adveniat los 40 millones de euros que cada año distribuye en América Latina? En última instancia, del bolsillo de millones de católicos alemanes que se conmueven ante las necesidades del prójimo.

El período litúrgico del adviento, es el momento en que Adveniat -valga la redundancia- realiza su campaña anual de recaudación. Así como en el adviento todos estamos esperando la venida de Cristo, Adveniat invita a los católicos alemanes a hacer un gesto concreto de generosidad para que el Hijo de Dios pueda venir más fácilmente a todos los rincones del
mundo.

Pero quienes trabajan en esta organización no son ingenuos. De cara a todos los males que hay en América Latina, ¿qué son 40 millones de euros? Sin duda son una aportación significativa, pero siendo realistas, insuficiente. Aquí también nos ofrecen una buena lección, atendiendo a aquel refrán popular: "el que mucho abarca, poco aprieta".

Cada año Adveniat elige una problemática concreta en la cual enfocar buena parte de sus esfuerzos y recursos. Este año se dará especial apoyo a proyectos que ayuden a los inmigrantes "de y en México", es decir, mexicanos que quieren ir a Estados Unidos o que desean abandonar el campo para buscar en la ciudad una mejor calidad de vida. Son grandes los estragos que causa la inmigración, sobre todo en la mujer y en los niños.

¿No es acaso una buena noticia conocer esta corriente de solidaridad cristiana entre los católicos alemanes y América Latina? Nos recuerda a las colectas que realizaba san Pablo a su paso por las iglesias de Asia Menor para ayudar a los fieles más necesitados en Judea (cf. Rm 15, 25-26; 1 Cor 16,1). En el fondo todo se reduce a aquello que es el distintivo, "el alma del alma" del mensaje cristiano: la caridad.

No cabe duda, ésta es la mejor noticia: que a pesar de todo el mal que hay en el mundo, el corazón humano sigue siendo capaz de amar, sobre todo si cuenta con la ayuda de la gracia divina. Porque creemos en Dios, seguimos creyendo en el hombre.