Liturgia Viva - 6

Autor: Padre Antonio Sanz cmf

 

 

Alguna reflexión que puede ayudarnos.

0.2 Para hacer viva la liturgia

Antes pasar la Liturgia de la Palabra y de la Liturgia de la Eucaristía permitidme esta nota.

Me atrevo a comparar la entrada en la liturgia de la Iglesia con la experiencia de Moisés ante la zarza ardiendo,

signo de la presencia de Yahvé, con superioridad de aquélla sobre ésta.

Si se acepta la comparación

será fácil aceptar que hay que entrar, al menos, de puntillas, reverentes, con gratitud y con gozo.

Me gustaría desmontar algún prejuicio (perjuicio, mejor) si existiera. Ciertos ritualismos de épocas pasadas han hecho mucho daño a la liturgia y es imprescindible desintoxicarse cuanto antes.

La liturgia no pide simplemente cumplimiento sino fidelidad. El cumplir es a la ley lo que la fidelidad es al amor.

La liturgia no es el “código de circulación” de las celebraciones, sino el ejercicio del sacerdocio de Cristo y en ella los signos sensibles significan y realizan la santificación del hombre y la glorificación de Dios. 

Si no damos con la fuente de la liturgia no entraremos en ella y todo movimiento será interpretado como interpreta el sordo los aspavientos del director de orquesta:

ridículos y caprichosos.

Un abrazo no es amor, es sólo un rito, pero cuando es sincero es su expresión natural.

Una postura, una fórmula, unos ornamentos, no son la liturgia, pero cuando se realizan adecuadamente son signos que apuntan a realidades que nos superan.  

Gracias por haber leído este mensaje. Se agradecen las sugerencias. 

liturgiaviva@gmail.com. 

Gracias por haber leído este mensaje.

Antonio Sanz, cmf


 

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