Liturgia Viva - 5

Autor: Padre Antonio Sanz cmf

 

 

Ritos inicales

La Oración Colecta

La oración presidencial llamada colecta culmina el rito inicial en la Eucaristá.

Es uno de los elementos más antiguos.

Probablemente, en el siglo V los ritos de entrada sólo comprendían el canto de ingreso y la oración colecta.

Se llama colecta porque

a) termina de reunir a los fieles.

b) unifica la oración de los fieles reunidos.

El sacerdote comienza invitando a orar: OREMOS.

(no pretende anunciar lo que se va a hacer: ORACIÓN)

(no sólo debe orar el pueblo: ORAD, sino pueblo y presidente)

Sigue un silenzio, no un simple respiro, para tomar conciencia de que se está ante Dios

y para sentirse en comunidad de oración.

La colecta sigue este esquema:

- Se dirige al Padre, a quien puede llamársele Señor (en rarísimas excepciones se dirige a Cristo)

- Se añade un predicado: (Todopoderoso; Fuente de todo bien, etc.)

- Se expresa la índole de la fiesta

- Se presenta una petición, normalmente genérica, particularmente los domingos del T.O.

El CARÁCTER TRINITARIO de esta oración no es un capricho ritual o cuestión de normativa (¿requiere explicación este aspecto teológico?) por eso concluye con la fórmula larga (Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo que vive y reina...) si es una de las que excepcionalmente se dirije a Cristo (Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad...)

Según algunos, lo más importante de esta oración es la conclusión. Evitemos, pues, que después de haber orado con pausa y entonación la primera parte se siga con la carrerilla del “Por nuestro Señor…”, mientras se cierran las manos. Con ello la asamblea entiende “ya podéis ir sentándoos… de lo que queda me encargo yo 

Gracias por haber leído este mensaje. Se agradecen las sugerencias.

Antonio Sanz, cmf

 

liturgiaviva@gmail.com. 

Gracias por haber leído este mensaje.

Antonio Sanz, cmf


 

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