Liturgia Viva - 2

Autor: Padre Antonio Sanz cmf

 

 

Ritos iniciales

La pasada semana hacíamos una constatación: somos una asamblea de con-vocados por el Señor.

Con los ritos iniciales superamos la simple constatación y entramos TODOS a ser ACTORES.

Cada uno desde su condición:

Cristo resucitado – el sacerdote – el fiel cristiano

Ninguno debe olvidar ni suplantar a otro.

Ante todo debemos tomar conciencia de que iniciamos la celebración de un misterio.

Esto que se dice (celebración de un misterio) no es una simple indicación piadosa. No debemos dar por supuesto que ya lo sabemos y que automáticamente lo vivimos. Requiere de nosotros un consciente verdadero acto de fe. Ojalá no necesitemos nunca echar una carrera para llegar a tiempo del trabajo o del descanso directamente al altar.

Los primeros momentos del sacerdote pueden (deben) ya suscitar las actitudes especiales en los asistentes. El modo de hacer la genuflexión, de besar el altar, de hacer el signo de la cruz, de saludar a la asamblea encierran el primer mensaje que todos reciben inconscientemente: estamos en una celebración (gozo y fiesta, no festival), en el centro está Cristo Jesús vivo (no los esposos, los confirmandos, el difunto, ni siquiera el mismo celebrante...), que reclama nuestra atención y nuestra fe; desde esas actitudes vivimos las realidades humanas (boda, funeral, misa dominical...).

Evitemos, en cuanto sea posible, comenzar si aún nos distrae el encendido de las velas, la llave del sagrario, los asistentes rezagados, las advertencias sobre los cantos, el bullicio de los que se saludan. etc. 

liturgiaviva@gmail.com. 

Gracias por haber leído este mensaje.

Antonio Sanz, cmf


 

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