Te busco en cada nota

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

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Te busco en cada nota de mi vida
y sin embargo sé que tu presencia
clavada está en el alma de la ausencia
en el centro del Alma que me anima.

Te busco porque se que te he encontrado
cuando estás a mi lado aunque en silencio
si acompañas el camino en el que pienso
o si me siento por algo preocupado.

Te siento tan amigo y compañero 
aunque a veces me duele que te callas 
si vas adonde voy, voy donde vayas
y no me importa si recorro el mundo entero.

No se siempre lo que quieres y pregunto
si el camino será aquel que tu elegiste
camino sin embargo al elegirte
cada día de nuevo al estar juntos.

Es tu Amor tan singular y no lo abarco
me trasciende totalmente y desconcierta
eres Amor que dejas siempre abierta
la puerta del encuentro en el que marcho.

ES tu Amor como un cedro tan altivo
en que refleja el sol sus resplandores
es seguro, firme y fuerte en los dolores
frondoso, recio, suave y atractivo.

Es tu Amor soledad en compañía
una caricia en el frío de las noches
la sombra fresca que regala el bosque
gaviotas en el alba y melodía.

Es brisa vespertina que derrama
las gotas que del mar tomó prestadas
es rumor de unos arroyos y cascadas
y canto en el jardín en la mañana.


Es un río de sangre en tu costado
un torrente divino y siempre vivo
del que beben el gólgota y el Nilo
un caudal hecho Amor apasionado.

Es la fuente en que lavo mis pecados
bautismo de la unción que me estremece
frescura de la sangre que enardece
el fuego que me tiene enamorado.

Fecundidad que corre por mis venas
como vino en tus bodegas añejado
rauda fuente de Amor insospechado
que arrolla en su poder todas mis penas.

Oh manantial divino inaugurado
en el árbol de la pascua en sangre viva
Oh caudal del que bebo mi alegría
y me quedo en tu cáliz abrasado.

Amor hecho perdón que se regala
y que del cielo brota sin medida
que sana, mana y corre cada día
desde la fuente en que el Amor se embriaga.

Amor divino, ungüento misterioso
de la unción del amado en mi semblante
haces tú que mi aurora se levante
en el soplo de tus cantos amorosos.

Quisiera yo corresponder un día
y sin embargo sé que yo no puedo 
simplemente me entrego al carcelero
que en el Amor me ha aprisionado todavía.

Y me entrego a tu Amor sin condiciones
sólo te pido amarte sin medida
que me regales tu Amor para que viva
tan solo para amarte sin razones.