Sangre, sangre, sangre...

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

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Sangre, sangre, sangre: 
un torrente de pasión en que me envuelves;
un río de ilusión que me trasciende;
el mar de la misión en que te viertes.

Sangre del Universo apasionado,
del pálpito del tiempo que se escurre,
entre las venas de un espacio enamorado
que envuelve la pasión con que me cubres.

Sangre del atardecer de púrpura dorado
en que se duerme la tarde de tu ocaso,
la que inaugura la noche para amarnos,
la que destila el perfume de tu paso.

Sangre de Soles que ardiendo me iluminan
y calientan el corazón cuando te llamo
los que amanecen en el mar de la desdicha
exorcizando los miedos a su paso.

Sangre en el fuego de tu corazón en llamas
que quema la pasión que hay en mi pecho,
sangre que hierve en el fuego que me abrasa
cuando derramo las horas en mi lecho.

Sangre en el recuerdo de tus heridas vivas,
las que beso enamorado y sin consuelo,
las de la tortura de un Amor que se hace dicha,
las que fecundan con tu gracia mi desvelo.

Sangre en la llaga apasionada de tus besos,
en la herida de Amor que en mi pecho tu has causado,
en la llaga bendita que tu roce me ha dejado
cuando el toque de tus dedos abría mi costado.

Transcurro la vida en tu sangre salvadora sumergido,
bebiendo en el cáliz del Amor en que me embriagas,
en el beso del vino nuevo que surge de tus llagas
cuando sediento de Amor beso el corazón en que me salvas.


Quiero beber y beber de tu pecho hasta saciarme,
sorber del manantial del árbol de la vida,
la savia del Amor que es la esencia de mis días,
la que me deja extasiado para luego enamorarme.

Quiero perderme y en el río de tu pasión volverme vida
y confundirme en el mar de tu costado abierto,
empaparme de Ti y perderme en la hondura de tu pecho
dormirme para siempre y despertarme en las profundidades de tu encuentro.