Los helechos...

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

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Los helechos y el sol entre sus hojas
besándose y de Amor entrelazados
un jilguero en tus ojos cautivado
y las gotas de cielo en que me mojas.

Una liturgia de lavanda y heno
una danza de verdes melodías
y en las anémonas suaves la alegría
de brotar desde la aurora de tu seno.

Un plumerillo al sol que se regala
y palomas besándose en un pino
la conciencia de la vida en que vivimos
y tu caricia en los ojos y en mi casa.

Una mano y ternura que en la brisa
perfume se ha trocado y me penetra
y alegrías del hogar que ofrecen quietas
la paz que en sus colores se desliza.

Y es el beso profundo y prolongado
en que la esencia del Amor se encierra
el que me arranca, en tus brazos, de la tierra
y me deja en tu ser anonadado.

Bésame más que yo tu ser ansío
prolongar en las horas tu presencia
sentirte de mi mano en la inclemencia
vivir en tu recuerdo y darte el mío.

Unir mi corazón al tuyo en sangre
y latir en tus latidos para siempre
tu vida hacerla mía y trascenderme
en el río de gracia que me invade.

Es tu Amor dulzura que no acaba
consolación en la verdad que se renueva
dinámica de luz que luz genera
impulso celestial del que te alaba.


Es suavidad vital que huele a menta
intimidad de los besos más preciados
claridad que la mente ha cautivado
y la paz del corazón que no se inquieta.

El sabor de las frambuesas en el alma
y la miel que en los labios se derrama
saborear la Palabra que reclama
el silencio de la escucha y de la calma.

Te amo y tu presencia me engrandece
tu Espíritu en mi espíritu se ensancha
y el corazón se dilata en playas anchas
que el Amor con sus olas humedece.

Te amo y respirar se vuelve un culto
letanías del aire en mis pulmones
un salmo entretejido de emociones
el suspiro divino en que me oculto.

Te amo y sólo en esto me deleito
porque no puedo ya desear más que tu abrazo
que el corazón se me rompa en mil pedazos
para vivir con el tuyo en mi secreto.

Te amo y sólo ansío esta dolencia
esta herida tan suave y placentera
el toque de tu dedo que genera
la paz que me sumerge en tu presencia.

Te amo y sé también que esto no es mío
que en el abismo infinito de tu seno
hay un torrente que me nutre, en que me quemo
y desde el seno de mi alma surge ungido.

Te amo y en amarte está mi vida
no quiero ya gozarme en otras cosas
no en el perfume de los lirios o las rosas
sino en el gusto de tu pecho que me anida.

Te amo y simplemente no comprendo 
pues amas va más allá de toda idea
es la corriente en que sumerjo el alma entera
cuando en el gozo trinitario yo me extiendo.

Te amo en la liturgia de la vida
en el jardín que plantaste con tus manos
en la dolencia suave, en los hermanos
y en el trabajo que se vuelve eucaristía.

En la esperanza fiel de mi martirio
y en las canciones que exhalan tu fragancia
en el color del cielo en que se sacia
la mirada que ve tus ojos limpios.

Te amo y en tu Amor quiero morirme
cuando el abrazo de su seno me arrebate 
cuando en la hermana muerte me busques para amarte
en el cielo dorado al que he de irme.

Ahora es solo el Amor el anticipo
del cielo que inhabita ya mi pecho
y es encuentro de amor el que en el lecho
del corazón se realiza y participo.