La fuente

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

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Hay una fuente escondida
en un paraje de ensueño
y esa fuente tiene un dueño
que le da su propia vida.

Es una fuente encantada
de sol y agua cristalina,
solaz para el que camina
y vida que no se acaba.

sólo en sus aguas se apaga
la sed que el alma inhabita,
del espíritu que grita
al Padre que lo reclama.

Camina Francisco el valle
de cipreses y misterio
peregrino en cautiverio
del deseo que lo invade.

Va en busca del agua pura
que dé razón a sus noches
y que anegue en su derroche
el pozo azul de su hondura.

Camina con sed Francisco
por un valle de penumbra
en que la luz que lo alumbra
bordea su precipicio.

Remonta el río del alba
hacia su origen y fuente
y en su plegaria se siente
la sed que le quema el alma.

Es sed de Amor absoluto,
de entrega sin condiciones,
sed de un Amor sin razones
en el origen del mundo.

Remontan sus pies alados
un encrespado sendero
que troca el desfiladero
en senda de enamorados.

No conoce su camino
es su instinto que lo mueve
el Espíritu que quiere
llevarlo hacia su destino.

Dicen que la fuente mana
de un glacial desconocido
que está más allá del río
y del sol de la mañana.

Que sostenido en el cielo
es origen de abundancia
y despeja la ignorancia
del que se abreva en su seno.

Los cóndores lo custodian,
guardianes del horizonte
y en su plumaje se esconde
el sol en toda su gloria.

Sólo las águilas llegan
a gozar su transparencia
y beben en la inocencia
que en la altura se renueva.

Contempla Francisco el vuelo
de los seres escogidos
que han hecho en la altura el nido
de su pasión y su anhelo.

La fuente de sus deseos
está delante y lo invita
a la plegaria inaudita
que busca el Amor primero.

Bebe Francisco y entona
su cántico enamorado,
del corazón entregado
al que nunca lo abandona.

- Quiero ser un instrumento
de paz, de amor y consuelo
que exorcice el mundo entero
del odio y su sentimiento.

- Quiero ser perdón sincero
bálsamo de las ofensas
quiero ser Fe del que a tientas
camina por tu sendero.

Llevar tu verdad al mundo
en que el error señorea
y la alegría sincera
para el que ha perdido el rumbo.

Donde hay desunión, discordia,
sembrar unidad y vida
recuperar la osadía
de buscar siempre tu gloria.

Quiero llevar esperanza
al corazón abatido
en que el gozo se ha dormido
y se perdió la confianza.

Comprender al desolado
consolar al abatido,
sanar el amor herido
perdonar siempre a tu lado.

Un deseo hecho plegaria
en fuente de Amor donado
en el manantial buscado
por Francisco en la montaña.

Corre el río por el bosque
entre helechos empapados
en verde fresco esperanza
en gotas de sol bañados.

Y con él baja Francisco
su clamor ya fue escuchado
su plegaria entretejida
de helechos y musgos dorados.

Se desliza en las laderas
del monte en el que ha encontrado
la fuente del Amor puro
que brota de su costado.

Fuente de paz es Francisco
su corazón serenado
que palpita por las cumbres
de un glacial de sol preñado.

Preñado de sol Francisco
se quedó y transfigurado
atravesado de sol
su pecho, sus pies, sus manos.

Y en sus ojos una fuente
que pacifica el ocaso
da de beber a los hombres
y hace fecundo su paso.