Inocentes

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

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Un río de sangre pura como el agua
proclama, de mi Señor, las maravillas,
por su sangre, sus aguas, el Nilo purifica
y lleva al mundo, en el agua, la esperanza.

Sangre de los testigos que inocentes dieron
sus vidas como testimonio del Cordero,
un ramo de azucenas llevado al matadero
porque las tinieblas no lo recibieron.

Llora Israel la muerte de sus hijos
que reciben la corona del martirio
y florecen en el campo de los lirios
las lágrimas sembradas entre espinos.

Las lágrimas que lavan en sus aguas,
de Israel, la multitud de sus pecados,
el llanto amargo de los deportados
que ofrece la primicia de sus ansias.

Lágrimas en canto de triunfo transformadas,
el de los testigos que aclaman la victoria
del Cordero que muestra ya su gloria:
salvación de su Pascua anticipada.

En la santa liturgia, ante su trono, celebrada,
entran ya triunfantes, al cielo, con sus palmas
los que le entregaron, en la tierra, cuerpo y alma
y envueltos en su luz se vuelven alabanza.

Son las primicias de tu Pueblo santo
que encarna en la historia tu memoria
que camina su Pascua, celebra tu victoria
y te proclama, ante el mundo, con su canto.