Inaugurar el día con un beso

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

Web: Poesía religiosa y mística cristiana

 

Inaugurar el día con un beso,
en tu sonrisa abrirme a la mañana,
estrenar un sol nuevo en mi ventana
y saludar las gaviotas en el cielo.

Pasear por tus ojos como en un bosque de cipreses en enero,
disfrutar de la frescura de su sombra y del perfume de los cedros,
pisar las hojas de la noche que se ha ido entre los sueños
y caminar las horas de la vida en tu sendero.

La arena cálida en mis pies, la playa infinita de los versos,
la brisa del mar, sus gotas saladas en mi cuerpo,
la humedad de tus pasos en el agua, me mojo en tu misterio.
La espuma blanca del deseo satisfecho y en el horizonte tu recuerdo.

En el aire me envuelves con tu aliento
y silvas en mis oídos las canciones que me conmovieron.
Cada palabra es un beso que se imprime en mis recuerdos,
cada nota la caricia de tus manos muy adentro.

Te levantas despacio apoderándote del cielo
después de haberte emborrachado con mis sueños.
Sentado en tu trono tomas posesión del universo,
ya no puedo mirarte pues me quemas y recibo tus rayos en mi cuerpo.

Esperaré la frescura de la noche, serás rocío sobre el trébol,
dejarás a la luna vigilando, con la luz suficiente para vernos.
Perfumarás las dunas, encenderemos estrellas en el fuego
y estaremos juntos para amarnos, la noche es nuestro tiempo.