Icono de Cristo...

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

Web: Poesía religiosa y mística cristiana

 

 

Mirarte a Ti Señor, mirarte a Ti
purificando en tu rostro mi mirada,
imprimir en mis ojos la llama delicada
que descubro cuando me vuelvo a Ti.

Detenerme suavemente en los rasgos esenciales
que me llevan a gozar tu ser divino,
en los ojos anhelantes volverme peregrino
y en el silencio escuchar los cantos celestiales.

Recorrer lentamente con mis ojos tu figura,
descubrirte siempre con mirada nueva
hacer del silencio la cuna de la espera
y dejarme impregnar de tu hermosura.

Sumergirme en la fuente de belleza
que es la luz que emana de tu cuerpo,
dejarme iluminar por tu misterio
y anonadarme perdido en tu grandeza.

Vuelto admiración pacificada:
ante tu imagen, absorto, te contemplo;
y es que casi se ha detenido el tiempo
cuando tus ojos se vuelven alborada.

En ellos el horizonte se hace inmenso,
ilimitada la luz que en los míos se derrama,
son la puerta del cielo, una ventana
de la eternidad que acampa en mis adentros.

Eternidad hecha de luz y del tesoro
cobijado en el cofre de mis días:
la perla escondida, la joya que encandila:
tu Palabra preciosa más que el oro.

La que envuelve tu presencia en el silencio
y desde tu imagen divina se derrama,
la que desde el silencio te proclama
e inunda mi ser cuando te pienso.

La Palabra que emana, tu figura
y desde tu ser se irradia al mundo,
la que me estremece, en lo profundo
de mi alma cuando admiro tu hermosura.

Porque tu imagen es Palabra viva,
el colorido místico del cielo,
la huella de tu paso en nuestro suelo,
el color del Amor que me ilumina.