Cristal empañado

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv

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Se despertó empañado el cristal en la mañana;
un aliento suave humedeció el brillo de sus ojos,
y ano reflejaba la luz, bastó tan poco
para apagar su sol, para opacar su gracia.

La noche fue muy larga, fue muy dura,
le faltaba el calor de tu mirada,
las estrellas y la luna en vano consultaba
y conoció el frío en que se apaga la ternura.

La noche fue muy larga, las estrellas estaban apagadas,
ni siquiera el fuego quebraba las heladas.
Sólo un calor imperceptible debajo del as brasas
y el deseo que tu soplo encienda la hoguera en la esperanza.

Llegará la mañana, siempre llega,
y el calor de tu sol secará el rocío que me empaña,
volverán a brillar tus ojos y en los míos la esperanza
se volverá la realidad de tu gracia que me llena.