A Fray Carlos de Dios, víctima de la represión
Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv
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Yaces inmóvil al costado del camino,
tu cuerpo ensangrentado, mutilado ...
pero tu voz sigue gritando,
sigue anunciando ese Reino
cada día más cercano.
Tu sangre, al igual que la de tantos,
sigue fecundando aquella tierra
a la que te entregaste,
la que te abrió los brazos
para recibirte en su seno nuevamente.
En los llanos de La Rioja
continua resonando tu voz,
la de Gabriel, la del Pelado,
porque las fuerzas de la muerte
no han podido apagar el clamor de un pueblo hermano.
El llanto de los pobres te acompaña,
la oración de los sencillos, a tu lado,
va manteniendo ese vínculo de amor
que con el tiempo no ha cesado.
El silencio de tu gente se ha cambiado
en un canto de anuncio pascual:
¡Ha resucitado!
Vive entre nosotros,
no nos ha dejado.
Y suenan en el horizonte todavía
tus palabras:
-Más vale morir joven habiendo hecho
algo por el Evangelio
que viejo sin haber hecho nada.
Y más allá todavía:
-Podrán hacer callar la voz
de Carlos Murias,
Pero no callarán
la voz del Evangelio ...
¡Tu voz no la callaron los disparos!
porque tu muerte sigue hablando;
y porque nunca morirán
los hombres que han amado.
Porque la vida es más fuerte que la muerte
y la esperanza más que los balazos.
Y porque el pueblo de América camina
hacia la liberación que está gestando.