Islam, Andalucía y Obama

Autor: Padre Fernando Pascual, L.C.

Profesor de filosofía y bioética en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum

Fuente: es.catholic.net (con permiso del autor) 

 

 

En su discurso en la Universidad de El Cairo (4 de junio de 2009), Barack Obama dedicó unas palabras de elogio a la tolerancia en el mundo islámico. Según dijo, “el Islam tiene una orgullosa tradición de tolerancia. Lo vemos en la historia de Andalucía y Córdoba durante la Inquisición”.

 

Hablar de la historia del Islam en la península ibérica significa tener ante los ojos 8 siglos de historia en los que hubo momentos mejores y momentos peores. Pero en esa historia la sangre y la intolerancia fue mucha, por lo que resulta incorrecto presentar esa época como ejemplo de tolerancia.

 

Podemos recordar algunos datos indicativos. Durante el gobierno del emir Abderramán II (822-852), fue degollado el sacerdote Perfecto (en 850). Al año siguiente, sufrieron el martirio un grupo de 8 monjes de un monasterio cercano a Córdoba, además de otras personas (entre ellas dos mujeres: María y Flora). En 852 son asesinados el sacerdote Gumersindo, un diácono llamado Jorge y otras 11 personas (entre monjes y laicos).

 

Con el hijo de Abderramán II, el emir Mohamed I, o Muhamad I (823-886), la situación empeoró. Mohamed expulsó a los cristianos de los cargos públicos. Mandó destruir las iglesias construidas después de la llegada de los musulmanes a la península ibérica. Encarceló a numerosos clérigos, y así dejó a muchas iglesias sin la posibilidad de ceremonias religiosas.

 

Hubo además nuevos mártires, incluso mujeres de la nobleza, como en el caso de Columba (el año 853). La intolerancia de los líderes musulmanes llevó a la muerte a los sacerdotes Abundio, Elías, Amador, a varios monjes (Pedro, Isidoro, Paulo, Argimiro), y la virgen Áurea.

 

Poco tiempo después sufría el martirio san Eulogio (859), que acababa de ser nombrado obispo de Toledo. Su “delito” consistió en haber aconsejado a Lucrecia, una mujer que había dejado el Islam para hacerse cristiana. Los dos fueron martirizados el mismo día.

 

No conocemos datos de mártires de otras ciudades en tiempos de Mohamed I, pero podemos suponer que no faltarían.

 

Si avanzamos en el tiempo, Abderramán III (912-961), que se autodeclaró califa, ordenó que fuera cruelmente ajusticiado un niño de 13 años, Pelayo, que no quiso renegar de Cristo. También asesinó a la cristiana Argéntea, hija de un importante enemigo.

 

En el mismo siglo X, Almanzor (938-1002) realizó una serie de importantes campañas contra los reinos cristianos del norte de España. En Simancas, el año 980, asesinó a todas las personas que no quisieron convertirse a la religión islámica. En San Cucufate del Vallés condenó a muerte al abad y a nueve monjes.

 

Se trata de una enumeración de distintos hechos que reflejan la violencia y falta de tolerancia por parte de importantes líderes musulmanes en el tiempo que evocó el presidente Obama como ejemplo de “tolerancia”.

 

Es bueno estudiar los hechos del pasado antes de hablar. La historia sólo es “maestra de vida” cuando se basa en datos ciertos.

 

Queda mucho por investigar para superar mitos que exaltan como “ejemplares” momentos del pasado que no fueron precisamente modelo de tolerancia. Si las palabras de Obama sirven para abrir archivos y conocer otras épocas de nuestra historia, habrán dado un buen fruto.

 

(Los datos han sido tomados en buena parte de R. García-Villoslada, Historia de la Iglesia Católica. II Edad Media (800-1303), BAC, Madrid 1976, pp. 164-175).