«Semillas de esperanza»
Legado

Autor: Padre Fernando Torre, msps. 

 

 

Cuando alguien muere, deja todas sus pertenencias, pues no puede llevárselas a la otra vida. Algunas personas escriben su testamento, indicando qué quieren dejar a cada heredero.

Con el paso de los años, con las experiencias tenidas y la reflexión sobre lo vivido vamos adquiriendo sabiduría. ¿Por qué llevarnos a la tumba ese tesoro, sin haberlo compartido con los demás?

Sin duda hemos escuchado o leído frases que nos llegaron al corazón y que tenemos grabadas en la memoria o escritas por ahí. Palabras que nos han sido de enorme utilidad, pues nos han indicado el camino a seguir, nos han ahorrado esfuerzos y evitado tropiezos, nos han infundido esperanza.

No necesariamente son frases célebres de personas famosas, pero sí palabras densas que encierran una rica sabiduría o contienen un gran poder de motivación. Son palabras que nos heredaron otras personas.

¿Qué quieres dejar a los demás, a tus hijos, a tus amigos, a los que vendrán después de ti? No se trata de una herencia material sino de un legado espiritual. A través de palabras puedes transmitir tu tesoro a los demás.

Si quisieras concretar lo que consideras importante para vivir bien, ¿qué escribirías? No es cuestión de llenar páginas y páginas con tus reflexiones o con citas de diversos autores, sino de destilar tu sabiduría, tu secreto, en unas cuantas palabras.

Imagina que todo el texto tendrá un valor de 100, y que tal cantidad será repartida entre todas las palabras. Por lo tanto, entre más palabras escribas menos peso tendrá cada una.

¿Cuáles palabras podrían contener tu legado para los demás? El mío comenzaría así: «Cree en el amor que Jesucristo te tiene, acógelo, gózalo, agradécelo, transmítelo…»