Crucificado

Autor: Adrián Huertero Cariño

 

Has conquistado el alma mía 
y hoy ya quiero estar contigo, 
he dormido en tu madero 
y despertado entre tus brazos, 
me has amado hasta morir 
que no hay amor que no seas tú.

Lábrame una cruz amado mío 
de la cruz de tu calvario, 
una cruz pesada y grande 
para vivir aquel tormento. 
Una que sangre mi hombro frágil, 
mi espalda y mi corazón, 
que martirice a mí ser entero, 
y haga doblar estas rodillas.

No quiero una cruz de madera, 
sino una de tu martirio, 
una donde a gotas vierta mi sangre, 
una donde llore y grite, 
una donde pueda morir crucificado.

Dame esa cruz para loarte, 
tu vía crucis y tus clavos, 
oh, Señor mío, 
quiero la cruz de tu agonía, 
y no me des una de madera 
porque no cesare de pedirte 
tu cruz labrada para mí.

Dame Señor esa cruz
para morir crucificado.