TU SONRISA
Tu sonrisa vive
Cuando el viento azota el pinar,
el Señor te siente y te ama.
Cuando la luna fosforece blanca,
el Señor te siente y te ama.
Cuando la tiniebla de figuras se tiñe,
el Señor te siente y te ama.
En los recónditos pliegues de tu alma.
el Señor te siente y te ama.
Cuando la gaviota cruza la bahía dorada,
el Señor te siente y te ama.
Cuando amanece y anochece en la ciudad,
el Señor te siente y te ama.
Cuando te escribo estas palabras sencillas,
el Señor te siente y te ama.
Ya lo sabes, el Señor te siente y te ama
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Felipe Santos, padrecito salesiano
Besos y abrazos