Hombre Nuevo
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José Manuel, L.C.
Orgullo de mamá
¿Cómo saber qué tan buena es una madre? Existe una fuerte tendencia en las mujeres
por verificar sus posibles aciertos o fallos en la crianza y educación de la prole
precisamente en sus mismos hijos. Tácitamente se ha impuesto la siguiente ecuación: si
el hijo es bueno, responsable y juicioso, entonces quiere decir que la madre es buena,
pero si el muchacho o la chica le salen rebeldes, desobligados y mala gentes, entonces la
madre se siente fracasada. Tal vez por esto, sin darse cuenta, las madres son muy
exigentes y estrictas con sus propios hijos y no toleran que puedan ser menos aptos
para los deportes, el estudio o las relaciones sociales. Actúan más por vanidad y orgullo
personal, que por un amor desinteresado que sabe aceptar y respetar la personalidad del
crío. ¡Eso sí! Son las mejores consejeras cuando alguna amiga viene para contar un
problema con su hijo: –Tenle paciencia, amiga. Recuerda que con amor es como mejor
lo vas a ayudar. No te desesperes. Déjalo que aprenda−. Una buena madre no es la que
hace a sus hijos a su imagen y semejanza, sino la que los educa con amor y nunca deja
de pedir a Dios por ellos. La oración de una madre es siempre poderosa.