PEDIR MENOS Y ALABAR MÁS A DIOS
CONSULTA: SÓLO ME DIRIJO A DIOS PARA PEDIRLE
RESPUESTA: Felipe Santos, SDB
La glorificación del cristiano describe su completa y
definitiva conformidad a la imagen de Cristo Jesús.
Es el último eslabón de la gran cadena de oro de la
salvación y es tan seguro que va a suceder; el apóstol
Pablo se refiere a ella como que ya ha ocurrido (Romanos
8,30).
Otra gran promesa es dada a nosotros en Filipenses 1,6.
"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en
vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de
Jesucristo".
Dios nos hace como su Hijo. Ser glorificado es otra forma
de decir que el creyente será "conformado" con el carácter
de Cristo, el cual es el último propósito de Dios para el
cristiano. Los cristianos no estarán más "destituidos de la
gloria de Dios" (Romanos 3,23).
El gran plan de salvación de Dios alcanza desde la
eternidad por venir a la eternidad futura, y Él logrará esto
perfectamente. El plan de Dios va a tener éxito. Siempre
existe el ahora y el todavía en lo que respecta a nuestra
salvación. Somos salvos y seremos salvos. Somos
justificados y un día vamos a ser glorificados. El apóstol
Pablo habla de una realidad que ha llegado y la promesa
que está por venir.
El apóstol Pablo estaba absolutamente seguro de que un
día cada creyente en Jesucristo sería completamente como
Cristo en carácter. Ese gran hecho debe de influir en las
decisiones que hacemos y en nuestro comportamiento
todos los días. No hay mayor aliento en la vida diaria en el
hecho de que ya compartimos la gloria de Dios. Además,
hay un eterno peso de gloria que acompaña al creyente
cuando va al cielo. Más sufrimiento aquí, más gloria allá.
En la gran cadena de oro de la salvación, ni una sola
persona se pierde. El llamado, justificado, glorificado.
Nuestra glorificación es tan segura que a los ojos de Dios
es tan buena como hecha.
La elección, el llamado eficaz y la justificación ya han
tenido lugar en la experiencia del creyente, pero es la
glorificación que tendrá lugar en el futuro.
Sin embargo, el apóstol Pablo habla de ella como que ya
ha tenido lugar. Los eruditos de la Biblia se han
preguntado ¿Por qué, entonces, Pablo utiliza el mismo
tiempo pasado cuando él habla de la glorificación como lo
hace para los demás actos de Dios? Muchos estudiosos
sugieren que Pablo esta utilizando la idea Hebrea
"profética pasada" por la que predijo que un evento está
marcado como seguro de cumplimiento de modo que se
describe como si ya ha tenido lugar. El cristiano no ha sido
glorificado, ya que es en el futuro, pero su gloria es tan
segura en el propósito eterno de Dios que Pablo puede
decir, "a ellos también Él glorificó."
J. B. Phillips dice, Dios "los levantó por el esplendor de
su vida como Sus propios hijos".
Qué pensamiento tan maravilloso que Dios se preocupa
tanto por Sus hijos que Él nos permite participar incluso
ahora; ya que nosotros seremos completos cuando venga
la gran consumación (1 Juan 3,1-2).
Nosotros compartimos la gloria de Dios, la bendita
esperanza del regreso de Cristo. Por lo tanto, nada nos
separa del amor de Dios en Cristo Jesús. Desde que Dios
es por nosotros, todas las cosas trabajan para nuestro bien
y Su gloria. El eterno propósito de Dios está
constantemente avanzando hacia el cumplimiento de un
objetivo (Rom. 8,17-23, 30, Col. 3,4, 1 Pedro 4,13; 1 Cor.
15,49, 2 Cor. 3,18; Fil. 3,21, 1 Juan 3,2)
La conformidad del creyente con Cristo incluye la
transformación del cuerpo de nuestra humillación a la
semejanza del cuerpo de la gloria de Cristo (Filipenses
3,21). Pablo tiene en mente la conformidad con la imagen
del Hijo encarnado como glorificado por Su exaltación.
Sin embargo, tenga en mente que el Cristo glorificado no
deja de ser el Hijo eterno y es el Hijo eterno, quién es el
Hijo glorificado encarnado.
Cristo es preeminente entre muchos hermanos. Él es el
"primogénito entre muchos hermanos. Cristo no se
avergüenza de llamarnos sus hermanos. "Porque el que
santifica y los que son santificados, de uno son todos; por
lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos".
La glorificación de el cristiano no tiene sentido sin la
manifestación de la gloria de Cristo. Nuestra glorificación
está ligada a la venida de Cristo en Su gloria. Y después,
nosotros debemos de ser como Él.
La Biblia nos enseña que esto es cierto que un día
estaremos con Jesucristo y seremos completamente como
Él. Nosotros no vamos a ser Dios como enseñan los
cultos, pero vamos a ser como Cristo en Sus atributos de
amor, gozo, paz, paciencia, misericordia, sabiduría,
fidelidad, gracia, bondad, auto-control, etc. ¿Se esta
convirtiendo como Él hoy?
"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas
de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios"
(Colosenses 3,1). Esa es la mejor preparación para nuestra
glorificación venidera.