Jornada Mundial del Enfermo
Cada año el 11 de febrero coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de
Lourdes, el Papa Juan Pablo II, que muy pronto será proclamado beato, quiso que
la Iglesia celebrara la Jornada Mundial del Enfermo este día, él, que tanto supo del
dolor y del sufrimiento desde muy corta edad.
Es cierto, que nuestra sociedad está pasando por unos momentos graves de crisis
económica, pero también hay que reconocer que no sabemos cuales serán
mayores, si los económicos o los valores, principios y virtudes, morales y humanos.
Cometemos una gran torpeza cuando limitamos la atención a los enfermos a sus
carencias materiales o psicológicas, olvidando que una enfermedad puede constituir
un momento privilegiado de encuentro con Dios.
El enfermo tiene derecho a una vida digna y útil dentro de sus posibilidades. Una
vida que reciba el cariño de quienes le rodean y el respeto de la sociedad y de las
instituciones. Una vida que reciba los cuidados médicos, económicos y humanos
adecuados. Una vida con la que poder demostrar el cariño y la gratitud que hay en
su corazón.
Elena Baeza Villena